sábado, 23 de mayo de 2009

Todo pasa por algo


Después de que pasa la tormenta, uno puede ver con más claridad y ponerse a pensar por qué me tuvo que pasar esto. Fluyó bronca, dolor, decepción, tristeza… Costó mucho dejar que pasen todos esos sentimientos; me sentí muy sola. Pero bueno, acá estoy con las pilas renovadas.
-Aprendí que soy única e irrepetible, que no soy indispensable; que no puedo pretender que los demás sean como yo. Cada uno hace y da lo que mejor le sale. “No supo o no pudo dar más.” He esperado un poco más de algunas personas.


-Aprendí que tengo que aceptar en lugar de esperar, para tener menos decepciones.
-Aprendí que tengo que ser yo misma siempre… decir todo lo que pienso y no hacer y/o decir lo que los demás pretenden ver y/o escuchar.


Me di cuenta que preocuparme y ocuparme de los problemas de los demás generaba depender de lo que les pasaba y que ellos dependieran de mí para resolver sus problemas. Y quién se ocupa de los míos? Yo prefería los de los demás; porque creía que yo no tenía solución.


Entonces…
-Aprendí que si no me amaba, no podía amar realmente a otros. Mi necesidad de ellos se interpondría.
-Aprendí que la amistad es un ida y vuelta… y sé que Dios me dio la capacidad para elegir a mis amigos.


Hacía mucho tiempo que sabía que estaba encerrada en una persona que no era y no sabía como salir…


Una persona no puede correr y aprender a la vez. Debe permanecer en un lugar durante un tiempo. Y HACERLO POR UNO MISMO”.-


Es difícil la práctica, pero me recuerdo a cada instante que tengo que ser Yo!
Gracias a las personas que me ayudan a ver con claridad =).

Besos para vos que me lees,

K@

No hay comentarios: