lunes, 9 de febrero de 2009

PONERSE DE PIE

Una nueva semana de vida. Apostando. Nos vamos encontrando con el trabajo: programando, logrando acuerdos, contándonos lo que nos pasa en estos tiempos de crisis, incertidumbre, cambios. También como equipo nos afecta y es lo que primero queremos trabajar: nosotros. Estoy muy contento con lo que voy viviendo. Afectos intensos, nuevos y viejos descubrimientos de amigos y amigas que están, siempre están.

La escapada con Pablo a Tandil para estar con el Checho y Rocío, disfrutar del viaje y el corazón en la mano con el Vikingo. ¡Qué buena opción! Una rápida e inesperada respuesta y nos fuimos. Genial. Qué bien la pasamos. Cuánta vida puesta a disposición. Qué trío, jajaja. Nos aprovechamos muy bien. Tomar aire, visitar gente que amo, estar con Walter, Sami y el pequeño Tiago: un placer.

La terapia hace lo suyo. Escucharme y dejarme reflejar, en un largo proceso que me hace ver lo vulnerable y lo fuerte que puedo ser. Y confío.

Sigo descubriendo y actuando un nuevo modo de rezar. Una oración permanente. Una Palabra que fluye en la lectura, en los acontecimientos, en lo cotidiano. Y tu Nombre en mi boca, en el amor, en los rostros, en las opciones. En el cariño y la compañía de papá, en el “sé feliz” de mamá, en la sonrisa de Vero, en la banca de Jorge y Nati, en la complicidad de Mariano, en la sociedad con Clari, en la aparición de Nelson, en las palabras de Andrux, en la suavidad de Day, en la incondicionalidad de Dario. Todo se hace presencia. Como una curación.

Y una última sensación que estoy viviendo. Entre el clima de vacaciones y la licencia, el ritmo y la multiplicidad de relaciones ha variado. Me doy cuenta de eso. Y me estoy descubriendo en una nueva faceta que me pone frente a lo mejor y lo peor de mí. Me registro y me dejo actuar. Trato de dejarlo fluir aunque me cueste un montón. El intercambio de roles y un posicionamiento diferente es inédito para mí. Y es esto lo que me pasa.

Feliz nueva semana, dejándonos sanar x el Maestro para levantarnos y SERVIR.
Abrazo de gol, en el último minuto.
Diego

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