¡Qué semana! Me vine para Mar del Plata, desde donde hoy les escribo, porque andaba contrariado y quería recuperar la sonrisa. Junto a eso, quería encontrarme con cómplices con quienes seguir empujando esta historia que la Vida pide MÁS. Fuimos acordando encuentros. Y coincidió que son de un mismo curso. Habían sido alumn@s hace 10 años. Y van creciendo. Y al crecer y amar, duelen. Y quieren vivir bien. Y entonces me hacen testigo, privilegiado testigo de sus vidas. Y justo en una etapa en la que van cambiando. Mudanzas, parejas, rupturas, identificaciones sexuales, traumas, explosiones, grito y llanto, risas y recuerdos. Y TODO JUNTO!!!
Sería aburrirl@s si les cuento cada una de las historias. Sería como un libro. Lejos de mí hacerlo, simplemente esto es un espacio para darme cuenta qué me pasa con lo que nos pasa y ponerlo a disposición. Y que se vaya transfigurando en mi vida, en nuestras vidas, en sus propias vidas. Y también es un motivo para seguir celebrando esta vocación. Porque si no es nuestra vida la que sirve ¿qué es lo que ponemos a disposición de nuestros muchachos y chicas? ¿Habría docencia sin ser maestros y maestras de vida? Siempre me hice esta pregunta. Ahí está. Quizá, alguien me y nos ayude con alguna pista de respuesta.
Hoy nos juntamos con el Checho (Mariano). L@s recordamos con mucho cariño. Seguimos complotando, asociándonos en aventuras que vaya uno a saber a dónde nos llevan. Y allá vamos.
Y también venimos acompañando a Zami. Internaron a su papá. Ella se volvió de Córdoba para estar cerca. Y hoy es el cumple de Carlitos Pomar. Un amigazo. Recemos.
Vuelvo a escuchar las palabras de Jesús: “Tranquilícense, soy yo, no teman”. Y mi corazón encuentra calma. Seguiré amando con intensidad, viendo qué trae la marea porque con el favor del viento, cuando pase la tormenta, el encuentro será genial.
Un abrazo olímpico
Diego
Sería aburrirl@s si les cuento cada una de las historias. Sería como un libro. Lejos de mí hacerlo, simplemente esto es un espacio para darme cuenta qué me pasa con lo que nos pasa y ponerlo a disposición. Y que se vaya transfigurando en mi vida, en nuestras vidas, en sus propias vidas. Y también es un motivo para seguir celebrando esta vocación. Porque si no es nuestra vida la que sirve ¿qué es lo que ponemos a disposición de nuestros muchachos y chicas? ¿Habría docencia sin ser maestros y maestras de vida? Siempre me hice esta pregunta. Ahí está. Quizá, alguien me y nos ayude con alguna pista de respuesta.
Hoy nos juntamos con el Checho (Mariano). L@s recordamos con mucho cariño. Seguimos complotando, asociándonos en aventuras que vaya uno a saber a dónde nos llevan. Y allá vamos.
Y también venimos acompañando a Zami. Internaron a su papá. Ella se volvió de Córdoba para estar cerca. Y hoy es el cumple de Carlitos Pomar. Un amigazo. Recemos.
Vuelvo a escuchar las palabras de Jesús: “Tranquilícense, soy yo, no teman”. Y mi corazón encuentra calma. Seguiré amando con intensidad, viendo qué trae la marea porque con el favor del viento, cuando pase la tormenta, el encuentro será genial.
Un abrazo olímpico
Diego
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