
Ya saben que estuvimos compartiendo desde el sábado hasta el jueves en Talita Kum participando de un curso sobre adolescentes y organizaciones en contexto de pobreza y vulnerabilidad social.
Esta semana fue de un estar «contrariado». Ya les conté por qué. Y varias veces me pregunto para qué esto de ir contándoles lo que me pasa. A qué se refiere, qué necesidad está respondiendo, cuáles son los motivos que me hacen permanecer. No tengo muchas respuestas. Tengo más preguntas todavía. Y en ellas me sostengo. Y sigo. También creo que «las palabras nos cuentan» y que en los relatos nos vamos narrando y encontrando sentido a esto que nos pasa.
Dos amistades que dan cuenta de estos procesos que se entraman y tejen este tiempo contrariado. Así como les presenté una carta de Pablo, ahora les presento algo escrito por Fer, con quien compartimos esta semana de curso y 4 años de vida caminando juntos. Sólo partes para no aburrirl@s, pero sí, quizá, les ayude a seguir andando nomás, como lo viene haciendo conmigo:
“¡Qué bueno fue volverte a tener cerca!¡ Volver a sentir tu mirada cariñosa que a la vez me invitaba a cuestionarme constantemente! Tus abrazos «de oso» que tanto extrañaba y necesitaba! [...] Estos días resultaron para mí un volver a pensar en quién soy, en qué quiero para mi vida, quien quiero ser… En fin, me permitieron darme tiempo para callar todos esos ruidos que tapaban mi vida y que, por un lado me ayudaron a seguir adelante, pero seguir como un caballo de esos que vemos en los carros, esos que saben el recorrido que andan por costumbre, tal vez por rutina […] … y en donde tu presencia me hace sentir pedirte que me acunes como una niña que se siente protegida y querida cuando la noche aparece en mi vida y le da la seguridad de que no sólo no estoy sola sino, también, que pronto será de día.”
Y la otra experiencia, inédita para mí, es la ausencia de una amistad muy intensa que se viene forjando, muy bonita. Y que sin mediar palabra, no tengo más noticias. Y está lejos. Y es todo impotencia para mí. Porque no sé por qué, no sé qué pasó. Sé que está doliendo. Yo también. Y así tendré que seguir hasta que se rompa el silencio y el encuentro sea fecundo.
Y mientras, esperando que con estos cinco panes y dos pescados, tod@s coman hasta saciarse… Así seguiremos complotando, empujando la historia porque es la misma VIDA que nos PIDE MÁS. Y si es la VIDA la que empuja, a puro corazón, ALLÁ IREMOS!!!
Hasta la próxima.
Abrazo firme y tierno.
Diego
Esta semana fue de un estar «contrariado». Ya les conté por qué. Y varias veces me pregunto para qué esto de ir contándoles lo que me pasa. A qué se refiere, qué necesidad está respondiendo, cuáles son los motivos que me hacen permanecer. No tengo muchas respuestas. Tengo más preguntas todavía. Y en ellas me sostengo. Y sigo. También creo que «las palabras nos cuentan» y que en los relatos nos vamos narrando y encontrando sentido a esto que nos pasa.
Dos amistades que dan cuenta de estos procesos que se entraman y tejen este tiempo contrariado. Así como les presenté una carta de Pablo, ahora les presento algo escrito por Fer, con quien compartimos esta semana de curso y 4 años de vida caminando juntos. Sólo partes para no aburrirl@s, pero sí, quizá, les ayude a seguir andando nomás, como lo viene haciendo conmigo:
“¡Qué bueno fue volverte a tener cerca!¡ Volver a sentir tu mirada cariñosa que a la vez me invitaba a cuestionarme constantemente! Tus abrazos «de oso» que tanto extrañaba y necesitaba! [...] Estos días resultaron para mí un volver a pensar en quién soy, en qué quiero para mi vida, quien quiero ser… En fin, me permitieron darme tiempo para callar todos esos ruidos que tapaban mi vida y que, por un lado me ayudaron a seguir adelante, pero seguir como un caballo de esos que vemos en los carros, esos que saben el recorrido que andan por costumbre, tal vez por rutina […] … y en donde tu presencia me hace sentir pedirte que me acunes como una niña que se siente protegida y querida cuando la noche aparece en mi vida y le da la seguridad de que no sólo no estoy sola sino, también, que pronto será de día.”
Y la otra experiencia, inédita para mí, es la ausencia de una amistad muy intensa que se viene forjando, muy bonita. Y que sin mediar palabra, no tengo más noticias. Y está lejos. Y es todo impotencia para mí. Porque no sé por qué, no sé qué pasó. Sé que está doliendo. Yo también. Y así tendré que seguir hasta que se rompa el silencio y el encuentro sea fecundo.
Y mientras, esperando que con estos cinco panes y dos pescados, tod@s coman hasta saciarse… Así seguiremos complotando, empujando la historia porque es la misma VIDA que nos PIDE MÁS. Y si es la VIDA la que empuja, a puro corazón, ALLÁ IREMOS!!!
Hasta la próxima.
Abrazo firme y tierno.
Diego
No hay comentarios:
Publicar un comentario