... verlo llorar me dió tanta impotencia, que no se imaginan.
Esta semana tomé las evaluaciones medias (lo piden desde el colegio). Tomás (creo que ya hablé de él en alguna reflexión) le fue mal en las dos. Es uno de los pibes que más le cuesta. Y claro, una situacion familiar que no colabora desde ningún punto que lo mires. A Tomi le encanta jugar al fútbol en los recreos. Lo veo que se ríe, se enoja, grita, de todo... Pero en el aula se le dificulta muchisímo entender, expresarse, preguntar, responder.
La evaluación de matemática fue un desastre.
Y cuando hoy se las entregue empezó a llorar, se puso colorado y estaba como furioso. Y le pregunté porque lloraba tanto. Y es que los papás le dijeron que si aprobaba lo iban a llevar a los jueguitos y a la casa de un amigo en las vacaciones.
Ahí es donde me quería morir. Donde me sentí chiquita ante lo que el vivía. Esa necesidad de Tomi de querer disfrutar, hacer lo que le guste. Que los papás le den un poco más de pelota. Por supuesto siguió hasta que se fue con los ojos llenos de lágrimas. Hizo las cosas de mala gana, y cuando se tenía que ir tardó en guardar y creo que no quería llegar a la casa.
Me hizo pensar en muchas cosas mías. En las frustraciones, en la realidad de mi casa, en lo que nos prometen "si hacemos las cosas bien...", en lo que cuesta hacer las cosas bien. Y es una cagada. Porque no siempre las cosas salen como uno quiere y hay gente que no se banca que las cosas salgan de otra forma. Porque mientras uno está empeñado en hacer las cosas bien hay pensamientos que dan vuelta por la cabeza o gente a tu alrededor que empaña esas cosas. Y uno sigue confiando en el de arriba, pero a veces no está tampoco.
Bueno, un lío mi mail, no?? Pero necesitaba escribirlo.
Espero que no les moleste.
Esta semana tomé las evaluaciones medias (lo piden desde el colegio). Tomás (creo que ya hablé de él en alguna reflexión) le fue mal en las dos. Es uno de los pibes que más le cuesta. Y claro, una situacion familiar que no colabora desde ningún punto que lo mires. A Tomi le encanta jugar al fútbol en los recreos. Lo veo que se ríe, se enoja, grita, de todo... Pero en el aula se le dificulta muchisímo entender, expresarse, preguntar, responder.
La evaluación de matemática fue un desastre.
Y cuando hoy se las entregue empezó a llorar, se puso colorado y estaba como furioso. Y le pregunté porque lloraba tanto. Y es que los papás le dijeron que si aprobaba lo iban a llevar a los jueguitos y a la casa de un amigo en las vacaciones.
Ahí es donde me quería morir. Donde me sentí chiquita ante lo que el vivía. Esa necesidad de Tomi de querer disfrutar, hacer lo que le guste. Que los papás le den un poco más de pelota. Por supuesto siguió hasta que se fue con los ojos llenos de lágrimas. Hizo las cosas de mala gana, y cuando se tenía que ir tardó en guardar y creo que no quería llegar a la casa.
Me hizo pensar en muchas cosas mías. En las frustraciones, en la realidad de mi casa, en lo que nos prometen "si hacemos las cosas bien...", en lo que cuesta hacer las cosas bien. Y es una cagada. Porque no siempre las cosas salen como uno quiere y hay gente que no se banca que las cosas salgan de otra forma. Porque mientras uno está empeñado en hacer las cosas bien hay pensamientos que dan vuelta por la cabeza o gente a tu alrededor que empaña esas cosas. Y uno sigue confiando en el de arriba, pero a veces no está tampoco.
Bueno, un lío mi mail, no?? Pero necesitaba escribirlo.
Espero que no les moleste.
¿Cómo nos va a molestar si es lo que te pasa?
Sabélo. Es en esto que nos pasa donde tenemos
posibilidad de descubrirnos y descubrirLO.
Ánimo. Y el abrazo más tierno.
Diego
Sabélo. Es en esto que nos pasa donde tenemos
posibilidad de descubrirnos y descubrirLO.
Ánimo. Y el abrazo más tierno.
Diego
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