martes, 1 de julio de 2008

Un cuento que me hizo pensar


A un rey le regalaron dos halcones. A él le fascinaba ver el vuelo de tan lindos bichos.
Así, contrató al mejor instructor de halcones para que les enseñara distintas habilidades.
El gran instructor tomó a las dos aves y empezó su rutina de adiestramiento.
Pero resultó que uno de los halcones, enseguida, tomó vuelo y aprendió.
En cambio el otro, se instaló en una rama y no había técnica que pudiese sacarlo de ahí.
Sin poder explicar qué había sucedido, el instructor avezado, le comunicó su fracaso al rey.
Éste, aún más sorprendido, inició una búsqueda frenética para que alguien hiciese algo con ese halcón. Y no encontraba persona que lo lograse.
Algo obsesionado, buscó por todo su reino alguien capaz de lograr tal hazaña
hasta que un día le presentaron un hombre pobre, campesino,
que le aseguraban que podía hacer que el halcón volase.
Sin dar mucho crédito a tal oferta, igual lo contrató.
Al otro día, el halcón desplegó su hermoso vuelo por los aires.
El rey, contento y admirado, se preguntó cómo pudo hacer tal hombre. Y lo mandó llamar.
Le preguntó el secreto de tal éxito, y el hombre, sencillamente respondió:
"tomé un serrucho y le corté la rama donde estaba instalado.
Y así, tuvo que volar!".

Hasta aquí el cuento. De aquí en más, tu reflexión. Cuento con vos para que lo pensemos junt@s.
Abrazo firme y tierno.
Hasta la próxima.
Diego

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ehhh, esta muy lindo pero mucho no lo entendí cual es la "moraleja" lo estuve pensando un ratito...

Espero que respondan para ayudarme a pensar.

saludos