
Hoy es la última clase. Se me caían las lágrimas y no porque se termina. Sino porque hoy siendo 24 de junio, San Juan Bautista, es el onomástico de don Bosco y recordamos cómo se festejaba en el Oratorio este día.
Entonces se me vino a la memoria una gran fogata con choripanes en el Centro de Formación Profesional en Bernal, año 1992, con mi amado p.Luis Pezzolo. Y sigo escribiendo con lágrimas en los ojos. ¡Cuánto por aprender mi querido Padre! Y son lágrimas que me atraviesan. Y me generan mucho dolor. Pero es un dolor de vida. Como explicarlo. Espero que sea mi vida, mis opciones, con quienes nos convoquemos, lo que logre explicar lo que voy sintiendo.
Yo sé que será duro el camino. En algún momento sentiré, como ya vengo sintiendo, una soledad propia de un proceso de gestación.
Es una soledad con gran compañía. Porque much@s de ustedes que saben qué me está pasando, escriben y dan cuenta de que están. Otr@s no saben cómo hacer. Otr@s ni saben. Y otr@s eligen otros caminos para acompañar.
A cada un@, desde mi corazón amante, algo herido y apasionado, l@s pongo como ofrenda para seguir buscando un nuevo amanecer.
Nos encontramos en cada latido del corazón.
Diego
No hay comentarios:
Publicar un comentario