Hacemos una revisión de nuestra identidad salesiana con l@s muchach@s nuestros!!! Ell@s nos sugieren qué tenemos que hacer para ell@s. Son los muchachos quienes van modulando a don Bosco y ell@s son quienes nos tienen que modular a nosotr@s. Este es tiempo de estudiar a fondo para dar respuestas a los emergentes. Mirar a don Bosco en sus enfoques, en sus raíces pedagógicas. Tenemos a don Bosco que hizo sus opciones fundamentales en la historia y en la geografía de su tiempo: los muchachos, el concepto educativo, una espiritualidad. Y se atiene a sus opciones. Una tensión para ser fiel a lo que Dios lo convoca. Y sus opciones son contrastantes a las estructuras de su tiempo. Esto genera en mí la pregunta constante:
¿qué clase de discípulo querés ser?
La prioridad de don Bosco es la urgencia de los muchachos. Y esta prioridad para don Bosco y sus hijos se hace absoluta. Son muchachos sin principios religiosos, ni dignidad personal ni social. Y «su pedagogía tiene una concepción sistemática que parte de la vida y de la psicología del pobre y se centra en él para ayudarlo a que se promueva moral y espiritualmente, con métodos y recursos apropiados». (A.Caviglia)
El quehacer educativo nunca se mide ni se jerarquiza por la calidad y el prestigio de las obras. Sino que se mide POR LAS MAYORES Y MÁS URGENTES NECESIDADES E INSTANCIAS DE LOS JÓVENES POBRES.
Si no es una voz profética y no dice la verdad, que no diga nada.
Tenemos que ir al límite de la humanidad del muchacho, ahí donde está al borde de perderla. ¡Y rescatarlo! Y caminar junt@s. Hasta el Paraíso.
El ORATORIO ES UNA ALDEA ABIERTA PARA LOS MUCHACHOS POBRES, respondiendo de manera integral a sus necesidades. Haciéndolos protagonistas de su propia historia.
El centro del corazón de don Bosco: los jóvenes pobres y sus necesidades. «HACER ORATORIO» es una ¡¡¡RELACIÓN!!! ES UN ENCUENTRO VIVIDO DESDE EL CORAZÓN JOVEN.
“Los jóvenes son un don para los salesianos. El retorno a ellos nos hará recuperar la característica de nuestra espiritualidad y de nuestra práctica pedagógica: la relación de amistad que crea reciprocidad y deseo de crecer. Es necesario salir, hacer un éxodo mental y pedagógico a través de la relación, la presencia y la participación”.
d.Juan Vecchi sdb
Vos sabés que mi pasión y mi vida son los jóvenes y su mundo. ¡Toda mi vida por este sueño! Y si se inició con los más pobres, desde mis 11 años, y siguió latiendo fuerte hasta optar por la vida religiosa, para mí también es tiempo de volver a mis raíces. Es volver al sueño inicial. Y para eso hay que cambiar. Y mucho. Y arriesgar. Y volver a creer. Y crecer. Y jugar. Fuiste fiel en aquel momento. Hoy sos fiel en esta búsqueda. Tu misericordia y tu amor me sostienen. Y seguirás siendo fiel hasta el final. Por eso me animo a apostar, una vez más, TODA MI VIDA POR ESTE SUEÑO. Y como dice León Gieco en una de sus canciones: “Para seguir tengo que empezar todo de nuevo”. Y allá vamos. Junt@s. Amando. Convocando. Persiguiendo sueños. Empujando la historia. Pujando para que nazca un nuevo amanecer. Así sea.
Don Bosco conoce porque se expuso, se arriesgó a conocer al muchacho pobre, peligroso y en mayor riesgo. El oratorio es respuesta a la relación con el muchacho pobre. El proyecto oratoriano es un poco más complejo, histórico y con una respuesta integral a las necesidades.
Si la política del PADRENUESTRO en don Bosco es REGIRSE POR LAS PROPIAS CONVICCIONES ÉTICAS Y RELIGIOSAS es ahí donde tiene que estar mi aporte. “No he venido a hacer mi voluntad sino la de Aquel que me envió”, fue el primer texto que quise tomar como lema. Hace más de 15 años ya. Y vuelve a surgir fuerte.
Hoy, para mí, el seguimiento de Jesús se expresa en la vida laical. La animación vocacional eclesial es empoderar santamente una vida laical como opción fundamental por los jóvenes pobres y su mundo. Y junt@s discernir de las situaciones juveniles de mayor peligro y riesgo en su propio ambiente. Y responder a esas situaciones.
La gran inspiración de don Bosco es SAN FRANCISCO DE SALES que es todo amor y ternura hacia los más pobres. Lo mismo es Felipe Neri y Vicente de Paúl. Es la misma caridad del Evangelio que es la fuente. Es el amor de Jesucristo la fuente común de santidad de estos hombres.
CONTEXTUALIZAR
EL AMOR DE JESUCRISTO
Y para terminar este primer ensayo de síntesis:
La pregunta final es ¿QUIÉN TIENE A LOS JÓVENES POBRES?
Las obras de los pobres tienen futuro.
Y es así nomás. Volver a don Bosco, a nuestras raíces, a nuestros sueños iniciales.
Hasta la próxima.
Abrazo firme y tierno.Diego sdb
1 comentario:
"Para seguir tengo que empezar de nuevo"
Pensaba en esa frase.
Y me encanto leer lo que escribiste.
gracias por compartirlo...
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