La armé,
con cuidado, con delicadeza.
procuré que todos sus lados encajaran,
que todas sus caras estuvieran sanas.
La decoré,
con colores, con brillos.
La llené,
con palabras, con frases,
personas, gestos, miradas.
Y esa caja, así como estaba,
la ofrecí. Y comencé a vivir.
Y comencé a soñar.
Y esa caja, así como estaba
por tu no quererte, por tu falta de cariño, por tu búsqueda de perfección...
comenzó a romperse,
por tanto peso, por querer todo, por buscar y soñar con sueños imposibles.
Esa caja podría haber sido más firme.
Y no diría PODRÍA HABER SIDO,
esa caja ES.
Es...
Estos días de no encontrar como es,
de querer armar otras cajas, mas livianas,
¿ con menos qué ?
¿ con menos palabras ?
¿ O cajas distintas ?
Si tuviera un poquito de confianza,
hoy,
comenzaría a rearmar esa caja,
pero no la tengo.
Clari
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