
Esta frase de Daniel en el encuentro de Tandil y que pidió que registremos es la que inspira esta página.
En la síntesis de esta semana quisiera que hablen las voces que aún resuenan en mi corazón y que pertenecen a quienes participaron de Salesianidad Exploradoril. Quiero celebrar con ellas y ellos la VIDA ABUNDANTE que hay y que quiere crecer.
Aquí, las y los protagonistas:
Abrazo de gol.
Diego
En la síntesis de esta semana quisiera que hablen las voces que aún resuenan en mi corazón y que pertenecen a quienes participaron de Salesianidad Exploradoril. Quiero celebrar con ellas y ellos la VIDA ABUNDANTE que hay y que quiere crecer.
Aquí, las y los protagonistas:
- Me voy más contenta de lo que pensaba, me da ganas de conocerlo más a don Bosco. También hablé con gente que no conocía. (Jesica – 21 años)
- Buscaba un espacio para saber qué me estaba pasando: al final descubrí que es construir, buscar, conocer mi contexto histórico y autogenerar las posibilidades. (Mauro – 22 años)
- Espero que me ayuda a caminar con las personas con las que trabajo. Descubrí lo comunitario, algo que no lo tenía en cuenta (Diego – 18 años)
- Fue muy intenso, se me pasó volando. Fue importante esto de formarnos entre nosotros y llevarnos más inquietudes para seguir buscando (Matías – 22 años)
- Se nos hizo cortito porque venía con muchas ganas. Ahora quiero más. Nos sirve que nos hagan dar cuenta que somos capaces de hacer algo, de construir juntos (Juan Pablo – 21 años)
- El clima de marzo fue muy lindo y quería continuarlo. Me ocupé de mí, desde don Bosco hacia lo que estoy viviendo yo. Un día para mí (Luciana – 22 años)
- Fue bueno tener un tiempo para mí, para pensarme desde lo propiamente salesiano, cómo ir resolviendo ciertas situaciones de mi vida que me hagan más plena como qué estudiar, en qué profesión y qué vocación. Don Bosco me impulsa a seguir, a renovarme, a repensarme, a autorreflexionarse. En el blog pude abrirme, expresarme en una comunidad, en un espacio donde nos une. También estuvo muy bueno esto de silenciarnos (Iliana – 21 años)
- Me sorprendió. Lo disfruté. Acá te formás como persona para los demás. El tema de los conflictos: no me hacen bien, me cuesta hablarlo, afrontarlo y me doy cuenta que callar me hace mal. Tengo que ser más accesible para el perdón. Todo me lleva a esto: cómo de la vida de don Bosco nos llevaron a la nuestra. Estoy mejor por las herramientas que me llevo. El compartir nuestras vidas es lo que me gusta (Débora – 21 años)
- Meterme un poco en mí, me estoy buscando para afrontar las respuestas (Victoria – 20 años)
- Encontrarme con otros y otras y ahondar en los vínculos que se van gestando. Viajar y salir. Cuanto más conozco a don Bosco más me enamoro de él. Una nueva mirada en mi servicio. Muy bueno eso de los cinco minutos de silenciarnos después de cada momento para interiorizar lo escuchado y hacerlo nuestro. (Yésica – 23 años)
- Qué lástima que no participé del primero que se hizo en marzo porque no es lo mismo hacerlo que te lo cuenten. Creí que conocía a don Bosco y siempre aprendo algo nuevo. ¡Cuántas ideas que me llevo para seguir! Esto de las muertes de los pibes me hizo pensar en los que se van del Bata… (Bernardo – 27 años)
- Fue cortito pero simple. Me ayuda a replantearme esta vocación de servicio. Don Bosco: hombre de carne y hueso, sin idolatrar y que nos permite cambiar. Poder darle un hilo conductor en la comunidad de soles. “Hagamos un Valdocco HOY” (Daniel – 26 años)
- Vine para saber si lo que había optado no fue en vano en mi fe y en mi llamado a servir. Y me sirve para mis creencias (Valeria – 20 años)
- Estaba en una crisis en donde poder romper imágenes de mí misma. Cuando vi la ficha diagnóstica me asusté porque al leerla dos veces me dejaba pensando. En especial esto de lo de don Bosco en mí. Y ahora lo pienso, esto de los jóvenes pobres, desde mi estudio (prof. en educación especial) (Belén – 19 años)
- Me voy muy conforme, aprendí mucho sobre la historia de don Bosco, las cárceles, los conflictos, la comunidad de soles. Conocí gente nueva, ser más sociable y conocer más profundamente (Gabriel – 23 años)
- Vine a meditar y tomarme tiempo para poner en claro algunas cosas y tomar decisiones. El tema del perdón, por lo que me pasó de chico, me tocó de cerca, estos encuentros me ayudan para encontrar soluciones, ver más allá de lo mío y lo que pienso, hacer un cambio de 180º. Saber que las soluciones las tenemos nosotros, revisando nuestro corazón (David – 25 años)
- Me cuestan mucho los cambios. Parezco un abuelo de 80 y no un chico de 18. y me fui dando cuenta que vovler a lo de antes es de cobardes y que hay que adaptarse para los cambios y con valor. En mi vida personal me ayudó lo del perdón, no sé aceptar mis errores. También me dí cuenta que tnego que estudiar más (prof. educación física) (Ezequiel – 18 años)
- Ahondar la fraternidad con Diego y compartir pasiones. Seguir profundizando en la tríada: don Bosco, las y los jóvenes pobres y la propuesta que les hacemos. Y todo en clave de la formación comunitaria. Tenía ganas de verlos y que este lugar (Tandil) está a disposición para los jóvenes pobres (Mariano – 29 años)
- Esta posibilidad de ser educadora salesiana es un gran regalo: amor y pasión. Hablar del perdón me movilizó un montón de cosas en las relaciones personales. El blog es un espacio re-valioso para narrarnos. Me sentí muy contenida, con muchas ganas de seguir trabajando (Clara – 22 años)
- La experiencia compartida es lo que más enseña. Que el Bata no es sólo lo de adentro (Mariano – 21 años) Þ Encontré la respuesta a una pregunta pero no la solución a un problema (Gastón – 20 años)
- Si me gustó desde el título: salesianidad exploradoril por tener huecos en eso y cómo aplicarlo. Tengo más dudas pero sé donde buscarlas. Ahora tengo los medios (Fernando – 20 años)
Hasta la próxima.
Abrazo de gol.
Diego
No hay comentarios:
Publicar un comentario